sábado, 21 de noviembre de 2015

Fotógrafos en La Habana. Marc Riboud




En busca de la mejor representación de la Revolución viajó a Cuba el francés Marc Riboud, miembro de la prestigiosa agencia fotográfica Magnum y enviado por encargo de sus directivos. Su lente logró captar el trabajo de los obreros en las fábricas, la vida en la ciudad y en el campo y la gente que invadía las calles.








viernes, 30 de octubre de 2015

Fotógrafos en la Habana. Henri Cartier-Bresson

Entierro de Benny Moré
Cortejo fúnebre en el entierro de Benny Moré.

El mítico Henri Cartier-Bresson volvería por segunda vez a La Habana en 1963 para, según preconizaba su máxima, capturar los instantes decisivos de la época. Pero el país no era ya el mismo que él había conocido durante su primer viaje, en 1934. Las calles, la gente, los imaginarios, la ciudad, toda había cambiado. Él tampoco era aquel joven de 26 años;  ahora era reconocido como “el ojo del siglo XX”.
Enviado por la revista Life, Cartier-Bresson capturó casi mil instantáneas. Atrapados en sus encuadres quedaron no solo los líderes revolucionarios, sino también los rostros de hombres y mujeres del pueblo, el quehacer diario en fábricas y escuelas, los cultos afrocubanos y, por si fuera poco, hasta el entierro de Benny Moré

Fuente: cubacontemporanea.com
Fotografías: magnumphotos.com

Trabajador. Cuba 1963

Cuba 1963


Castro en el Teatro Chaplin
























Cuba 1963
Che Guevara
Cuba 1963
Nicolas Guillén. Poeta

miércoles, 14 de octubre de 2015

Actores, reyes,científicos, presidentes y Ernest Hemingway

Robert Taylor y Barbara Stanwick
Robert Taylor con Barbara Stanwick en el Sloopy Joe.
Era el verano de 1956 y Cuba vivía una era mágica; o por lo menos eso parecía. Con Hemingway como una de sus atracciones, la Habana era una parada obligatoria para las celebridades internacionales y las estrellas de cine. En la finca La Vigía y algunas veces en el Floridita, Hemingway y su esposa recibieron a Marlene Dietrich, Jean Paul Sartre, el duque y la duquesa de Windsor, Gary Cooper, Spencer Tracy, Errol Flynn, Barbara Stanwick y Ava Gadner. En esos días los Night Clubs de La Habana presentaban a los mejores artistas norteamericanos y europeos con Nat King Cole en el Tropicana, Tony Bennet en el Sans Souci, Maurice Chevalier en el Montmartre y Frank Sinatra en el Hotel Nacional. Músicos de Jazz como Cab Calloway, Woody Herman, Tommy Dorsey, Sarah Vaughan y Benny Goodman se presentaban con frecuencia en los bares y clubes de los hoteles.

Alec Guines, Ernest Hemingway y Noel Coward
Alec Guinnes, Ernest Hemingway y Noel Coward durante el rodaje de "Nuestro hombre en La Habana".
Nat King Cole
Primera actuación  de Nat King Cole en el Tropicana en 1956

Nat King Cole
 Cole  en el Tropicana en 1969. Con Al Steel, presidente de Pepsi-Cola y su esposa Joan Crawford. En la barra del Tropicana con su esposa Maria Cole en 1958


Marzo de 1956, en la primera visita a La Habana, Nat King Cole pretendió hospedarse en el exclusivo Hotel Nacional, pero la gerencia se disculpó por no tener habitaciones disponibles. Eran los tiempos en que en ese hotel no permitía “personas de color”, ni siquiera como trabajadores: El único empleado negro era el limpiador de botas que trabajaba en el vestíbulo disfrazado de eunuco.
Como se espera las actuaciones de Nat King Cole en Tropicana fueron todo un éxito. Su cálida y melodiosa voz, sobriedad de gestos y elegancia cautivaron, sobre todo, al público femenino. Cuenta un testigo presencial que, desde una de las mesas situadas junto a la pista, la esposa de un alto oficial suspiró y exclamó: “Si me lo pintan de blanco, doy un millón de pesos por acostarme con él.” Nat King Cole siguió cantando siguió cantando y ella bebiendo, y al poco rato, más excitada, gritó: “No me lo pinten de nada. Tráiganmelo ahora mismo.” Y el alto oficial tuvo que sacarla a rastras del “paraíso bajo las estrellas”.
Fue tal la acogida, que el avispado y próspero empresario lo contrató para la temporada siguiente. Comenzaba el segundo mes del año 57 y Tropicana anunciaba un show verdaderamente romántico para la noche del 14 de febrero, día de los enamorados. Nat King Cole volvería con su exquisita sensibilidad, su encantadora desenvoltura, su magia despojada de toda estridencia. Solo una condición agregó esta vez el artista: el empresario debía garantizar que él y su familia pudiera hospedarse en el Hotel Nacional. Y, desde luego, en esta ocasión sí hubo habitaciones disponibles.

Sara Montiel
Sara Montiel recibida en el aeropuerto de La Habana en 1958

Su aparición en La Habana en 1958 fue triunfal. El último cuplé, a pesar de muchos y negros pronósticos, había constituido un enorme éxito y un gran acontecimiento público. La Película llevaba ocho semanas ininterrumpidas de proyecciones a lleno completo en tres salas de la capital cuando La Montiel llegó a La Habana el 27 de septiembre. Sara tenía entonces 30 años e imponía a los ojos de los hombres con su imagen de sensualidad abrasadora. Cuando descendió de la escalerilla del avión que la trajo de México, intuía el triunfo más absoluto, el mismo que se le tornaba esquivo en EE.UU., muy a pesar de la reciente apuesta de Hollywood y de los rumores que rodearon sus salidas con Gary Cooper, con quien compartió cartel en el mítico western Veracruz (1954).

Errol Flynn
Errol Flynn convivió cinco días con los rebeldes revolucionarios en 1958
Errol Flynn
Flynn con Hemingway. Durante el rodaje de "The big Boodle" y con Fidel Castro.

Errol Flynn realizó en la década de los 30 su primer viaje a Cuba con Lily Damita, quien era su esposa y actriz muy recordada por acompañar a Gary Cooper en la excelente Jornada Trágica. El astro australiano solía emborracharse en las cantinas habaneras, y sobre todo en el Sloopy Joe, junto a colegas de la fama de Richard Dix (Cimarrón), Tyrone Powers (Jesse James) o César Romero. Visitaba a Hemingway en Finca Vigía y se lo pasaban en grande junto a Ava Gardner, la diva sexual que Darryl Zanuck llamó “el animal más bello del mundo”.
A finales de 1958, Flynn volvió a Cuba para rodar La pandilla del soborno y llegó hasta Fidel por el central América, en la antigua provincia de Oriente, cuando el líder rebelde realizaba su campaña de liberación en el valle del Cauto. Tras permanecer cinco días con los rebeldes entró con estos a Santiago de Cuba. De estas experiencias el astro de Murieron con las botas puestas dejó constancia en un releato personal que tituló «Castro y yo» y que apareció en la revista Bohemia, meses más tarde.


Gary Cooper
Gary Cooper en el Floridita con Ernest Hemingway

Cooper visitó a Hemingway en su finca de La Habana y se fueron de cacería a Idaho varias veces. En su última visita a La Habana se le vio con una cara de la que se le había ido la belleza y lucía abotargado, casi abofado. No era la edad sino una cirugía plástica que salió mal. Así hizo todavía dos o tres películas porque su vida era actuar.

Ava Gadner y Frank Sinatra
Ava Gadner y Frank Sinatra obsequiados con un pastel a su llegada a La Habana de luna de miel.

Ava Gadner y Frank Sinatra
Bailando en el Hotal Nacional y con Sinatra en el casino del Riviera

Ava Gadner y Frank Sinatra pasearon su idilio y sus sonadas borracheras por los salones, en medio del fragor de la ruleta. Mientras, en el Vedado se encendía la cresta roja del Nacional y los gánsteres, a bordo de sus descapotables, circulaban entre una excitada turba de pordioseros, tullidos, proxenetas y niños de vientres abultados y vacíos, que se disputaban un níquel en la olla podrida de la fiesta nocturna.


Albert Einstein
Albert Einstein en una inesperada escala en La Habana

El científico y Premio Nobel de Física, Albert Einstein conoció La Habana durante una breve estancia de apenas 36 horas, los días 21 y 22 de diciembre de 1930, ya que el buque Belgenland en el que viajaba con su esposa desde Amberes, hizo una escala de reabastecimiento en La Habana.

Toda la comunidad científica nacional, pero sobre todo los ilustrados numerarios de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales y de la Sociedad Geográfica fueron los principales anfitriones de tan ilustre y extraordinaria figura, siempre acompañados por decenas de periodistas, fotógrafos y camarógrafos cubanos y extranjeros, pues su sola presencia en la Isla era noticia de primera plana en cualquier medio del mundo.

Un intenso programa de actividades, agasajos y visitas oficiales le tenían preparado a Albert Einstein: entre ellas a la Academia de Ciencias, a la ya numerosa comunidad hebrea en Cuba, un delicioso almuerzo en el entonces majestuoso Hotel Plaza, así como un vasto recorrido que lo llevó por Santiago de las Vegas, Miramar y las instalaciones del Country Club y el Havana Yatch Club.


Rita Hayworth
Rita Hayworth a su llegada al Hotal Nacional de Cuba


En el Hotel Nacional se hospedó, en 1948, el símbolo sexual de Hollywood Rita Hayworth, acompañada de su esposo el príncipe Ali Kahn. Venían directo desde Acapulco y se alojaron en la habitación 246 con todos los honores correspondientes.


Marlon Brando
Marlon Brando observado por Guillermo Cabrera Infante
Marlon Brando
Brando en el Sans Souci


“A La Habana me voy”, dijo una mañana de marzo de 1956, el famoso actor norteamericano Marlon Brando, quien sin más equipaje que  camisa,  pantalón y abultada billetera, tomó el avión rumbo a la capital cubana para comprar –según dijo– “una buena tumbadora, unos bongos y aprender a bailar rumba”.
El modesto hotel Packard, situado en la esquina de Cárcel y Paseo del Prado, frente al Castillo del Morro, fue el lugar escogido por el astro cinematográfico para alojarse de incógnito durante su primera visita a La Habana.
Se registró en la carpeta como Mister Baker, pero como era de esperar, los periodistas, siempre a la caza de noticias, lo descubrieron, y desde entonces un tropel de admiradores y fotógrafos le persiguieron a todas partes.

Aquella primera estancia de Marlon Brando en La Habana duró tres intensas noches tras las cuales el actor norteamericano se volvió a los Estados Unidos con el mismo pantalón y camisa, dispuesto a repetir gustoso la experiencia de bailar rumba ... en casa del trompo.
Dicen que años después, en una entrevista, el genial actor Marlon Brando, mencionó a La Habana como uno de los lugares más inolvidables de su vida.
 


María Félix
María Félix con los propietarios del Tropicana en 1954
Tras varios anuncios de su visita siempre pospuesta, el 26 de octubre de 1949 llegó a La Habana la actriz mexicana María Félix. Tal fue su recibimiento que, a poco de su llegada, exclamó asombrada: “Yo tenía referencias de cómo me querían en La Habana pero lo de esta tarde ha sido más de lo que esperaba”. Desde el avión hasta el automóvil que la condujo al Hotel Nacional, hubo necesidad de ponerle protección policial, pues el ímpetu de sus admiradores amenazó con perturbar la integridad física de la estrella. Se cuenta que algunos hasta le halaron el vestido para guardar un recuerdo de María Bonita.
En el verano de 1955 regresó a La Habana convertida en una estrella de fama mundial. En esta ocasión actuó en la pista del cabaret Montmatre y en el escenario de Radiocentro. En el cabaret, mientras se abrochaba su collar de perlas y charlaba con unos amigos, alguien le dijo: “María, milagro que a usted le gustan las perlas. Dicen que traen mala suerte”. La estrella respondió con gestos de majestad ofendida: “estas perlas son legítimas. Tener que usar perlas falsas sí es mala suerte. Buena suerte es poderlas usar legítimas”.

Spencer Tracy con Ernest Hemingway
Hemingway en la barra del Floridita con Spencer Tracy que protagonizaría la versión cinematografica de El viejo y el mar.

Tyrone power y César Romero
Tyrone Power y César Romero en el Sloopy Joe

El actor norteamericano Tyrone Power llegó a La Habana el 27 de octubre de 1946; contaba 32 años y no hacía mucho que se había desmovilizado de la marina norteamericana, en la que sirvió durante la Segunda Guerra Mundial, lo cual acrecentaba su aureola “heroica”.
Mantuvo por muchos años una estrecha amistad con el actor César Romero, y llegaban a La Habana en un viaje por el continente que incluía  25 ciudades. Compartieron mucho tiempo en forma inseparable lo que contribuyó a que la prensa amarilla les sindicara a ambos como homosexuales. De hecho viajaban juntos a todas partes y se alojaban en la misma habitación, sin importarles los rumores.


Federico García Lorca
García Lorca con socios del Havana Yacht Club durante su estancia en Cuba en 1930


Federico García Lorca llega a La Habana el 7 de marzo de 1930 invitado a dictar unas conferencias por la “Institución Hispanocubana de Cultura”. Llega a Cuba  procedente de New York y con la primera impresión de la isla comenta: “… ¿Pero qué es esto? ¿Otra vez España? ¿Otra vez la Andalucía mundial? Es el amarillo de Cádiz con un grado más, el rosa de Sevilla tirando a carmín y el verde de Granada con una leve fosforescencia de pez...”
Cuba lo enamora y prolonga su estancia hasta el 12 de junio del mismo año.


Felipe González
Felipe Gonzalez invitado por Fidel Castro es fotografiado junto a las bailarinas del Tropicana en 1986
Fuentes: Bacardi y la larga lucha por Cuba
              lajiribilla.cu
              El héroe lacónico (Guillermo Cabrera infante)
              Orestes murió en La Habana (Elvira Daudet)
              ajiacocubano.com
              cabaiguan.net
              cubanow.net